Hay días y días
Hay días en los que vives y otros sobrevives
Los días en los que vives eres más agradecido: no das por sentado nada. Sabes que tienes suerte: mucha suerte 🍀🍀🍀
Porque a UNA no le tocó la lotería tampoco este año pero sí vinieron otra vez los reyes magos.
Porque a UNA no le tocó la lotería tampoco este año pero sí vinieron otra vez los reyes magos.
Porque, aunque este año pasado no hayas cumplido tus objetivos, tus propósitos del año nuevo que ya es año viejo, todavía sigues aquí.
Y estás sano.
Y cuando brindas por la salud en un día de los que vives y no sobrevives lo haces con gratitud porque ni a ti ni a los tuyos les ha tocado ninguno de esos males que ensombrecen los días.
Y estás sano.
Y cuando brindas por la salud en un día de los que vives y no sobrevives lo haces con gratitud porque ni a ti ni a los tuyos les ha tocado ninguno de esos males que ensombrecen los días.
Los días que vives no tienes problemas, tienes retos y soluciones que creas y recreas.
Son los días en que UNA nota las manos de Dolfete hijo3 a la altura de la cadera en ese abrazo que UNA necesitaba pero no tuvo que pedir porque llegó solo.
Son los días en los que a UNA no le pasa desapercibido camino al cole el surco que los zapatos de Gusi hijo2 y Dolfete hijo3 van dejando entre las hojas arrancadas por el viento de anoche.
Luego están los días que sobrevives.
Los días que sobrevives estás deseando que llegue el viernes y saltarte el martes, miércoles y jueves.
Los días que sobrevives estás deseando que lleguen las vacaciones y saltarte medio trimestre.
Los días que sobrevives estás deseando que llegue la hora de irte a la cama, o mejor, de que se vayan a la cama todos y saltarte el resto del día.
Son los días a saltos.
El día que sobrevives vas acelerada. Trabajas horas extra. Tu miedo, tu tristeza... todo se transforma en irritabilidad, enfado, ira.
El día que vives vas más despacio: caminas más despacio, comes más despacio; no miras: observas; escuchas a tu cuerpo.
Vivir, al ser más lento, te permite dejar un espacio, un hueco para elegir la respuesta. Es el espacio de la creatividad. Cuando vives, parece que vives más mientras que, cuando sobrevives, las estaciones van pasando como si fueran un tren de alta velocidad.
Sobrevivir es no cumplir una promesa que te hiciste a ti misma. Es el gesto y la respuesta automática. Es dejarse llevar.
Vivir no es tan fácil como sobrevivir.
Sobrevivir es el camino de menor resistencia. Para vivir hay que poner la intención y los valores.En los días que sobrevives no tienes ganas de hacer el esfuerzo.
Los días que vives estás aquí y estás ahora.
Los días que sobrevives estás allí y estás entonces o estás cuando... cuando sea mayor, cuando me jubile, cuando tenga mi propia casa, cuando cambie de trabajo, cuando, cuando, cuando...
Pero todos son necesarios, los días de vivir y los días de sobrevivir.
No te sientas culpable por sobrevivir. Las sombras sirven para que brille más la luz; necesitas el invierno para apreciar el verano; necesitas trabajar para valorar las vacaciones. Igualmente, para amar la vida, necesitas tener días de puro y duro modo supervivencia.
No permitas, sin embargo, que los días de sobrevivir ganen el pulso a los de vivir.
Es año nuevo y es tiempo de hacer balance, de darte cuenta de si estás sobreviviendo más que viviendo y de hacer tus propósitos de año nuevo. Que los propósitos de año nuevo no se queden en planes.
Para el año nuevo a todos los que me leen les deseo que vivan más y sobrevivan menos.
A los que no me leen también
A los que no me leen también
Hay días y días. Esto o UNA es bipolar, que también cabe la posibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco tus comentarios