Te recomendarán y te aconsejarán pero las recomendaciones y consejos ajenos funcionan con la ansiedad ajena. Recuerda: No hay dos ansiedades iguales. La clave está en confiar en UNA misma.
#Confía
Desconfía de las afirmaciones generales. El motivo por el que los libros de autoayuda en general no funcionan (te lo dice UNA que ha leído unos cuantos) es precisamente por eso: Porque son de "AUTOayuda". Ayudan al autor del libro, pero vete tú a saber lo que ayuda al lector del libro. La única página válida en un libro de autoayuda es:
Confía en ti misma.
Por eso, UNA ha titulado este post y los dos anteriores "manual de usuario" porque, a base de usar la ansiedad, UNA aprendió lo que le funciona a UNA para mantener los niveles de ansiedad a raya. Pero, para ello, UNA tuvo primero que "usarla", es decir, como hablábamos en el Tomo 1, no rechazar la ansiedad, no descartarla, no temerla; y segundo y tan importante,
Si buscas en Google, encontrarás que la meditación es un antídoto para la ansiedad. Pues bien, UNA medita y a UNA meditar no le sirve para bajar los niveles de ansiedad. A UNA le sirve para otras cosas, por eso UNA lo sigue haciendo, como ya conté en La bomba de UNA (o mi templo de dos horas) y en Pensar, pensar, pensar, pensar y ver la solución, pero no para disminuir la ansiedad.
De hecho, UNA ha sentido ansiedad meditando. Ahí lo llevo.
No obstante, UNA descubrió hace tiempo otra herramienta parecida que a UNA sí le sirve: Escribir. Pero no escribir como estoy haciendo aquí ahora, sino escribir recién levantada y a mano, lo que la voz dicta. ¿Qué voz? Esa voz que escuchas ahora mismo en tu interior. Si estás pensando: "Yo no escucho nada: Esta tía está majara", ésa es la voz a la que me refiero. Te aseguro que está ahí. Esa voz no calla nunca. A veces lo que le produce ansiedad a UNA precisamente es que esa voz no calle el pico. Pues bien, UNA se levanta, abre su cuaderno y a copiar lo-que-la-voz dicta durante media hora. UNA llama este dictado "vaciar el alma". Vacío el alma en un cuaderno. Confié en UNA y descubrí que vaciar el alma desarma más mis niveles de ansiedad que meditar y, cuando no puedo hacer ambas cosas, elijo hacer lo primero siempre.
Escribir es terapéutico. Esa forma de escribir lo es. Para UNA. Es, como dice Luis Landero en una cita que me acaban de regalar, "aligerar el alma para poder flotar sobre la vida".
Tú quizás encuentres valor terapéutico en otra actividad creativa: fotografiar la belleza, por ejemplo; cantar; dibujar... Lo que sí te pido es que no confundas terapia con escape. Si el valor terapéutico lo encuentras en, por ejemplo, "beber hasta perder el control", mucho me temo que no se trate de eso: Lo que estás haciendo en ese caso es tapar. Huir. Evitar. Ya hablamos (Tomo 1) de que la evitación es una de las bazas de la ansiedad. Se regodea en ella.
UNA ha aprendido así a escuchar a esa voz interior, a no creerme todo lo que dice porque ¿sabes? La-voz miente más que habla. La-voz va a intentar hacerte creer que "esto no se te va a pasar nunca" o "a lo mejor te estás muriendo o volviendo loca" y "tienes que salir de aquí como sea". La-voz miente. Para no escuchar la-voz, recuerda saltar de la cabeza al cuerpo (Tomo 1).
Volvemos al ejemplo. UNA probó la meditación y probó la escritura expresiva, y para lidiar con la ansiedad eligió vaciar el alma. Pero si hubiera hecho caso de las recomendaciones y consejos ajenos, UNA se hubiera quedado en la meditación. Por eso, el recurso más importante es confiar en UNA misma.
#Confía
Te dirán también que hacer yoga es un remedio eficaz para la ansiedad. ¿Eficaz para quién? ¿La ansiedad de quién? A UNA le encanta el yoga: La gozosa sensación de estiramiento en el cuerpo es además trasladable. Pero el yoga no mitiga la ansiedad de UNA. A lo mejor lo hace con la ansiedad de otras-que-no-son-UNA. Pero no con la de UNA. Recuerda: Hay muchas ansiedades. La tuya es única.
#Confía.
UNA confió en UNA y descubrió que la ansiedad de UNA necesita marcha, sudar para perder fuerza. Cuánto más suda, menos jadea. Ejercicio de tipo aeróbico como bailar. El cardio. Caminar a paso ligero. Sudar, sudar, sudar.
Si el yoga no es mi alivio para la ansiedad, ¿por qué UNA se empeña en seguir haciendo yoga además de por el mero gusto de hacerlo que ya he mencionado? El yoga es un descubrimiento relativamente reciente en la vida de UNA. Conocí a una profesora maravillosa que me hace amarlo: Carmen Muñoz. UNA, que tiene sus highs y sus lows (narrados en A veces, algunas veces y en Hay días y días), cuando los bajos son muy bajos, se tira al barro. Y cuando UNA se tira al barro, lo único que UNA no deja de hacer es esa clase de yoga de Carmen de los jueves. Ésa es mi ancla: Lo que me mantiene a flote. Todo el mundo debiera tener un ancla. Algo permanente. Algo inamovible que te rescate en tiempos de incertidumbre como los que corren.
Si el yoga no es mi alivio para la ansiedad, ¿por qué UNA se empeña en seguir haciendo yoga además de por el mero gusto de hacerlo que ya he mencionado? El yoga es un descubrimiento relativamente reciente en la vida de UNA. Conocí a una profesora maravillosa que me hace amarlo: Carmen Muñoz. UNA, que tiene sus highs y sus lows (narrados en A veces, algunas veces y en Hay días y días), cuando los bajos son muy bajos, se tira al barro. Y cuando UNA se tira al barro, lo único que UNA no deja de hacer es esa clase de yoga de Carmen de los jueves. Ésa es mi ancla: Lo que me mantiene a flote. Todo el mundo debiera tener un ancla. Algo permanente. Algo inamovible que te rescate en tiempos de incertidumbre como los que corren.
Párate y piensa.
¿Cuál es tu ancla?
Si eres madre, tu tentación probablemente sea etiquetar a tus hijos de ancla. Ellos te mantienen en pie. Pues aquí sí se va a permitir UNA intervenir con un consejo: Para empezar, hacer de tus hijos ancla es mucho peso para un niño, demasiada responsabilidad. Para continuar, tus hijos se irán antes o después (probablemente antes de que tú estés preparada para dejarlos ir). Pues bien, si has hecho de tus hijos ancla, te quedarás desanclada cuando se vayan.
Busca tu ancla en otro lado que no sean tus reyes.
#Confía
Por último, UNA no puede evitar mencionar en este Tomo 2 del Manual de usuario que el famoso dicho popular de "somos lo que comemos" atañe también a la ansiedad porque este Gremlin come lo que comemos. El mío, en particular, se exacerba con el exceso de azúcar y carbohidratos, y pierde energía cuando la nutro de grasa (grasas saludables tipo aguacate, semillas, frutos secos y aceites vírgenes) y proteína. Hay toda una ciencia detrás de este descubrimiento, pero no es la ciencia, sino la lentamente labrada confianza en UNA la que me llevó a concluir que lo-que-como inevitablemente influye en mis niveles de ansiedad. No hablo aquí de momentos puntuales de caprichos. Hablo de los patrones regulares. Obsérvate y confía.
Ya mencionamos en el Tomo 1 que las p**** hormonas influyen en la fluctuación de la ansiedad y la alimentación influye en las p**** hormonas, así que blanco y en botella (por cierto que UNA no bebe leche😉).
Quizás un post como éste, que se sale de la línea de #unavidamundana, caiga en el vacío. Pero con que alguien en algún sitio recoja el mensaje esencial de este doble manual de usuario y consiga con ello reducir sus niveles de ansiedad un 10%, UNA se dará por realizada.
Quizás un post como éste, que se sale de la línea de #unavidamundana, caiga en el vacío. Pero con que alguien en algún sitio recoja el mensaje esencial de este doble manual de usuario y consiga con ello reducir sus niveles de ansiedad un 10%, UNA se dará por realizada.
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#Confía
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