jueves, 3 de octubre de 2013

Hoy empieza la manga larga

Empezó a llover. La lluvia desencadenó en mi mente toda una retahila de pensamientos negativos:
Ya está lloviendo... Pues sí que empezamos pronto este año... Y ya no parará hasta mayo, como el invierno pasado... Los días cortos. Saca paraguas. ¡Menuda pechá! Y no he sacado la ropa de invierno todavía, a ver qué les pongo ahora... Los días oscuros. Necesitarán los chubasqueros, averigua dónde están... Ya se ha acabado el verano. Se acabó lo bueno. Los días tristes.
Mi hijo de seis años se levantó y miró fuera, por la ventana. Vio que estaba lloviendo y se puso contento. Me miró y me anunció:
¡Hoy empieza la manga larga!
¡Menuda lección de simplicidad me impartió en una sola frase! La lluvia es sólo lluvia. Lo demás, las connotaciones negativas, la tristeza, se la hemos añadido nosotros. Si pudiéramos ver la lluvia con los ojos de un niño de seis años no nos podrían grises los días grises. El gris es sólo un color.

Esta pastilla me la ha regalado mi hijo en una sola frase.