jueves, 3 de junio de 2021

Todas las teselas

Este curso escolar pasará a la memoria de UNA como el-año-del-babi, porque muchos de nosotros, docentes, que en septiembre no alcanzábamos a vislumbrar con nitidez a qué reto nos enfrentábamos, nos colocamos un babi, una bata, para protegernos no-sé-muy-bien-de-qué. Probablemente del miedo.

En septiembre UNA escribió un par de entradas en este blog en las que se reflejaba el desasosiego que la vuelta al cole presencial nos causaba a todos, madres y profes, padres y seños. Pocos dábamos un duro por el curso escolar completo. Si llegábamos a completar el primer trimestre intactos, podríamos darnos con un canto en los dientes. Los confinamientos por contacto estrecho que en las primeras semanas afectaron repetidamente a algunos de nosotros no hacían sino reafirmar la sospecha de que el curso acabaría casi antes de empezar.

Y, sin embargo, aquí estamos. Junio y otro reto superado.

Si este curso hubiera sido un mosaico, nos habrían faltado muchas teselas.

Nos faltó, para empezar, la tesela del punto de partida, porque el confinamiento del curso pasado y las instrucciones oficiales de "pasar-la-mano" en junio del 20, han supuesto en la práctica que nos hayamos encontrado delante de un alumnado no suficientemente preparado para estrenar nivel. 

Nos faltó la tesela del calor en el aula, con sus ventanas y puertas abiertas haciendo corriente en invierno en plena ola de frío, del mismo modo que nos está faltando en este verano prematuro la tesela del acondicionamiento, con las ventanas abiertas en una ciudad que hierve en junio a las cuatro de la tarde.

Nos faltó la tesela de la calidez humana del contacto: poder tocarnos, poder juntarnos, poder mover al alumnado en el aula al antojo de las dinámicas de grupo. Nos vimos limitados por respeto a las distancias; por mamparas y mascarillas; por el miedo.

Nos faltó a menudo la tesela del aliento, elevando la voz detrás de tantas capas. El esfuerzo de proyectar la voz multiplicado a diario. Clases de sordos sobrevenidos.


Como faltaban todas estas teselas, ¿qué hicimos? 

Hicimos lo de siempre. 

Hicimos lo que hicimos el curso pasado en marzo. 

Levantar la mano y arrimar teselas propias.


¿Qué hay que remangarse? Pues nos remangamos, como dijo el tutor de Dolfete hijo3 en septiembre: Estamos remangados. Nos hemos pasado el curso remangados, bregando con los efectos secundarios de la pandemia en la educación.


¿Qué hay que llevar mascarilla y del despacho de arriba nos mandan las quirúrgicas baratas? Pues pagamos de nuestro bolsillo las que los expertos nos recomiendan usemos.


Hemos puesto teselas de muuuuchas horas extras que ni se ven ni se pagan.


Los coordinadores COVID de los centros se han vuelto locos haciendo seguimiento del alumnado confinado y/o positivo. 


Los docentes hemos asegurado las teselas digitales, formándonos en herramientas que antes apenas intuíamos por no dejar aislado a ese alumnado positivo y/o confinado.


Hemos abanderado la tesela del coraje. ¿Miedo? Como todos. Pero hemos sentido el miedo y nos hemos presentado en clase a diario igualmente.


Hemos contado con la tesela de unos equipos de limpieza que han visto multiplicado su trabajo y su exposición al virus y a productos químicos, entrando entre clase y clase a desinfectar las aulas para hacer nuestro trabajo más seguro. 


En ese invierno frío, en el que dábamos las clases con gorros, con guantes, con termos de té caliente... el alumnado seguía asistiendo con sus teselas: a hacer mosaico.


En los coles, los chiquillos han coloreado teselas a mansalva con su espíritu de celebración, su capacidad de adaptación, su flexibilidad. El día que Dolfete hijo3 llevó su manta a clase para taparse en mates fue un día de fiesta. ¿Que nos confinan... otra vez? ¡Más fiesta!


Pero ¡ESCUCHA!: Me niego a que ahora venga el-político-de-turno (del elenco de políticos-de-turno que han emborronado el panorama de la pandemia) y se apropie de todas las teselas. Así que, antes de que venga otro a ponerse medallas en pantallas y a hacerse con el mérito del mosaico, UNA desde Una_Vida_Mundana reclama que... 


...este mosaico lo hemos hecho desde abajo. 

Tesela a tesela. 

Día lectivo tras día lectivo. 

De pupitre a pupitre. 

Con las sonrisas ocultas detrás de las mascarillas y los bolígrafos empapados de gel hidroalcohólico. 


Estas teselas tienen denominación de origen: 

EL-AULA


La manta festiva de Dolfete no sale en los periódicos. En los periódicos salen las nevadas de Madrid y las sandeces del político-de-turno. 

Pero éstas son las teselas que crean legado y recuerdos, aplacan miedo y dudas, ejemplifican y modelan. Éstas son las teselas que educan.



Glennon Doyle dice:

Life is hard: Let's do it together. 


Eso es exactamente lo que hemos hecho: hemos hecho algo difícil. Y lo hemos hecho juntos. Y lo hemos hecho bien. 

Este curso escolar pasará a la memoria de UNA como el año en el que no llegué a verle la cara entera a mis alumnos y, sin embargo, 

hicimos algo difícil. 

Y lo hicimos juntos. 

Y lo hicimos bien.


Photo by steve pancrate on Unsplash

UNA es consciente de que el reto del personal sanitario no es comparable al del personal docente, pero UNA habla de lo que conoce, sin tratar de desvirtuar a los héroes de el-otro-lado.


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11 comentarios:

  1. Magnífico, compi, como todas las reflexiones que compartes con nosotros y que algunos sentimos como si fueran nuestras. Merci ;)

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  2. Muy bonito,como madre de un alumno del instituto,agradeceros infinitamente el esfuerzo hecho, gracias a todos vosotros esto ha salido adelante. Enhorabuena!!!!!

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    1. Gracias a todos NOSOTROS, que las madres también hemos hecho de teselas en esta historia...

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  3. Lo que yo pienso, pero no sabia como expresarlo.
    Gracias.

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    1. Ése es siempre mi objetivo: poner voz a lo que pensamos muchos. Gracias a ti.

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  4. Fantástica reflexión, cargada de humanidad y reconocimiento a todos los que, día a día, contribuyen a hacer de la educación algo grande. Lo comparto con mis compañeros.

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  5. Gracias por compartir. Efectivamente, la educación es un mosaico magnífico.

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  6. Gracias por darnos voz a tantos docentes y alumnos que hemos creado una obra de arte singular durante este curso tan difícil.

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  7. Gracias por darnos voz a tantos docentes y alumnos que hemos creado una obra de arte singular durante este curso tan difícil.

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  8. Una obra de arte singular, efectivamente, la que hemos creado.

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Agradezco tus comentarios