sábado, 10 de diciembre de 2022

57 minutos 55 segundos: 2 paseos

Salimos a pasear a los perros de mi hermana. Peter y UNA.

Paseamos por la ribera del río. Peter comenta: 

- Parece que hay poca luz, ¿no? ¿Se habrá ido la luz? 

UNA va pensando en la gotera que hemos dejado en casa, cuándo vendrán a arreglarla. ¡Qué caos doméstico desde que empezaron las lluvias! ¿Por qué me alteran tanto estas incidencias si luego siempre pasan? 


Atravesamos el puente. Peter me pide que me pare. Quiere hacer una foto. ¡Qué bonito!


UNA, mientras posa, se pregunta si quizás no debiera haber mandado ese mensaje de WhatsApp esta mañana al grupo del trabajo. Quizás me precipité. ¿Tendría que haber respirado antes?


Al otro lado del río, Peter agradece en voz alta que el agua suene porque por fin lleva caudal tras las recientes lluvias. 


UNA está planeando en su mente qué vamos a cenar. Últimamente los niños o se quejan o se quedan con hambre o ambas cosas a la vez. Cada vez es más complicado saciar y contentar a tres adolescentes varones en la mesa.


Caminamos por el barro en la vereda. Soltamos a los perros. Peter me señala las montañas de arena que están en la cuenca del río:

- Algo están construyendo aquí...¿qué será?

UNA se pregunta si el hecho de que Peter camine delante mía y no a mi lado es síntoma de una carencia en nuestra relación. Definitivamente no lo es del paso del tiempo pues fue ya así las tres veces que hicimos el camino de Santiago tiempo ha. Siempre es así. ¿Debería escribir sobre esto?


Peter se detiene, ya de vuelta, para admirar las luces de navidad que alumbran los jardines del Alcázar. 


UNA va pensando en los regalos de reyes... ¡Ay, ya vamos tarde!


Llegamos a casa. Strava me dice Night walk 57m 55s 4.16 km.


57 minutos. 4 kilómetros. Peter ha estado allí, en el paseo por el río. Presente. UNA ha estado en la gotera, en el trabajo, en la cena, en la relación, en los reyes. Dos paseos completamente distintos, el mismo recorrido. En algún momento UNA se sintió tentada de decirle a Peter:

- ¡Un minuto! Te cambio un minuto de tus 57 por uno de mis 57, para que veas lo que es ser UNA por dentro y para poder disfrutar yo de estar aquí y ahora por un minuto, como a ti te sale de forma natural.

La conclusión más obvia, también la más barata, sería la de la brutal diferencia entre hombres y mujeres. Pero UNA sabe que las cosas no son tan simples. La diferencia está entre la mente sana de Peter y la ansiosa de UNA que todo lo copa, hasta los paseos por el río.


Quizás por eso nos juntó la vida. UNA se imagina estar paseando con UNO como UNA, y la idea le parece insoportable: sacaríamos a los perros y no habría nadie en ese paseo por el río. Sólo los perros.

En el nuestro por lo menos estaba Peter. 




3 comentarios:

  1. Querida Patricia: Me ha encantado. Ya sé que no sirve para sentirse mejor, pero creo que el hecho biológico de la diferencia entre sexos sí que es determinante. Como decía aquel cómico americano, los hombres tienen la “nothing box”, que les permite hacer mindfulness sin esfuerzo, siempre los he envidiado por ello.
    https://www.google.com/search?q=nothing+box+men%27s+brain&rlz=1CDGOYI_enES722ES722&oq=nothing+box&aqs=chrome.5.69i57j46i512j0i512l4.7046j0j4&hl=es&sourceid=chrome-mobile&ie=UTF-8

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  2. Siempre es bueno que alguien tenga prisa por llegar y la otra parte quiera recoger margaritas en las lindes del camino :) Quizás las diferencias de sexo sea un poco cliché pero algo de eso hay, sí ;)

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  3. Mi mas sincera enhorabuena, yo soy hombre y me pasa lo mismo, no es cuestión de sexos, es cuestión de mentes, que no nos dejan vivir el presente nunca

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