jueves, 7 de marzo de 2019

La lista de cosas por hacer



🕀  Ser la siguiente mamá del grupo de whatsapp en comprar un regalo de cumpleaños común porque ya se te va viendo el pelo que te estás escaqueando.

🕀  Meditar (sin quedarte dormida).

🕀  Comprar en el chino de la esquina un contador de esos manuales para saber con certeza el número de veces que los niños dicen "mamá" a lo largo del día sin que tú pierdas los nervios.

🕀  Leer ese libro que lleva sentado en tu mesilla desde septiembre.

🕀  Escribir un diario y apuntar cada día tres cosas que agradeces (no sé muy bien a quién).

🕀  Educar con respeto, que implica sin chantajes, sin castigos, sin premios, sin etiquetas, sin gritar y sin fingir que te gustan los juegos de mesa.

🕀  Disfrutar de los juegos de mesa.

🕀  Hacer ejercicios de suelo pélvico para evitar acabar como Concha Velasco en el anuncio de Indasec.

🕀  Teñirte las canas de la cabeza y depilarte a láser el resto del cuerpo.

🕀  Salir a cenar al menos una vez al mes con tu pareja para avivar la llama y conseguir esa noche llegar a casa lo suficientemente tarde como para que los niños no estén dormidos y lo suficientemente pronto como para no quedarte dormida.

🕀  Mandar a tomar viento fresco a tu jefa cuando te pida que dobles turno para sustituirla porque ella se va de viaje de placer, pero asegurarte de hacerlo con actitud asertiva-no-pasiva-agresiva.

🕀  Estar presente en las redes sociales para seguir a tu hijo de trece años (y a los amigos de tu hijo) cuando se abra una cuenta en Instagram.

🕀  No estar tan presente en las redes sociales como para engancharte, que tienes que servir de modelo a tu hijo de trece años.

🕀  Adelgazar lo justo para que te quepa el bikini del año pasado pero no tanto como para que se te acentúen las arrugas de la cara.

🕀  Apuntarte al gimnasio y librarle la batalla a las excusas con las que tu recién encontrada creatividad te deleitará para no ir.

🕀  Partirte de la risa con las ocurrencias de tus hijos, incluso si vienen disfrazadas de historias interminables.

🕀  Escuchar podcasts.

🕀  No descuidar el autocuidado.

🕀  Cumplir plazos en el trabajo sin poder recurrir a excusas tipo "tengo a tres niños en casa con gastroenteritis y no me quedan sábanas limpias".

🕀  No olvidar la belleza, la caducidad de la vida y mantener sana la flora intestinal.

Si la mitad o más de los ítemes de esta enumeración están presentes en tu lista de cosas por hacer, sin lugar a dudas sufres el síndrome de la mujer-madre-trabajadora del siglo veintiuno, síndrome que irrumpió en el panorama social justo después de que nos vendieran la moto y momentos antes de un ataque de nervios al estilo burnout.

Prescripción tras el diagnóstico:
Estas vacaciones practica con regularidad el arte puro de no hacer nada.

Efectos secundarios:
Pueden aparecer algunos sarpullidos de culpa. ¡Ay, la culpa! Ignorar.

Repito: 
Ignorar.

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