Ha llegado la primavera.
Los perros siguen agradeciendo cualquier carantoña de sus dueños, ajenos al virus, salvo por celebrar agradecidos el aumento en el número de sus paseos.
Los pájaros siguen piando, también ajenos al ruido mundial.
En esta nueva rutina, UNA va creándose- como todos, adivino- sus propios ritos, que la permitan conectarse a la tierra en esta transición incierta.
Y así, todas las tardes, a eso de las cuatro, UNA abre la ventana y se tumba en su cama a escuchar a los pájaros que en el patio de los vecinos cantan, silban, trinan, como si no hubiera un mañana... 😉
Hoy está lloviendo.
¿Sabíais que, mientras llueve, los pájaros no cantan? UNA, casi 49 años en esta tierra, se acaba de enterar. Nunca antes lo había notado.
¿De cuántas cosas nos vamos a dar cuenta en estos días surrealistas de parón necesario en la vida mundana?
¿De qué te vas dando cuenta tú?
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